25N

Desde el equipo de Biblioteca, tenemos una propuesta de lectura en relación con el 25N. Se trata de un breve capítulo extraído de Clásicos para la vida, de Nuccio Ordine, recientemente fallecido. En él reflexiona acerca de los límites entre amor y posesión en la obra de Saint-Exupéry.

Esperemos que os resulte interesante nuestra pequeña contribución y os recordamos que tenemos nuevas lecturas que nos encantará compartir con vosotros.

«CIUDADELA» ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY (1900-1944)

 Ne confonds point l’amour avecle délire de la possession,lequel apporte les pires souffrances. Car au contraire de l’opinion commune, l’amour ne fait point souffrir. Mais l’instinct de propriété fait souffrir, qui est le contraire de l’amour. .

No confundas el amor con el delirio de la posesión, que causa los peores sufrimientos. Porque, al contrario de lo que suele pensarse, el amor no hace sufrir. Lo que hace sufrir es el instinto de la propiedad, que es lo contrario del amor.

LA POSESIÓN MATA EL AMOR

 En una bellísima página de Ciudadela, Antoine de Saint- Exupéry nos habla de manera simple y directa de cómo el delirio posesivo puede matar el amor. Se trata de una obra inacabada aparecida póstumamente, en la cual el autor, bajo el ropaje de un sabio príncipe del desierto, nos ofrece un diario personal íntimo. Por medio de pensamientos y visiones interiores, el protagonista reflexiona sobre las relaciones humanas, el sentido de la vida, la búsqueda de la divinidad. Y, dentro de tal mezcolanza, el tema del amor ocupa un lugar relevante. Con independencia de sus posibles implicaciones místicas, el fragmento que he elegido invita a distinguir entre amor y posesión. El primero se identifica con el don de uno mismo, con un lazo basado exclusivamente en el altruismo. El segundo, por el contrario, configurándose como un mísero egoísmo, implica afán de dominio, control total del otro. A la gratuidad del darse se le opone la obsesión del poseer. Y aunque los dos extremos a veces se contaminan, es evidente que el considerar al otro como algo que te pertenece, como algo tuyo, no sólo mata el amor. Todos los días, por desgracia, en cualquier rincón del mundo, muchas mujeres son asesinadas por hombres que se creen propietarios del cuerpo, e incluso de la vida, de sus esposas y sus novias. Pero esta brutal violencia no puede confundirse con el amor: es sólo delirio de posesión.