En todas las civilizaciones se han encontrado espectáculos basados en la dramatización desde prácticamente su constitución como sociedades. Durante los periodos griego y romano el teatro (palabra que da nombre tanto al recinto como a la actividad que en él se realiza) era uno de los principales edificios públicos de cada ciudad.
En España, desde el siglo XVI al primer tercio del siglo XX, el teatro fue el gran espectáculo de masas:
- Don Juan Tenorio (José Zorrilla, 1844)
- La vida es sueño (Pedro Calderón de la Barca. 1635)
- La casa de Bernarda Alba (Federico García Lorca. 1936
- La venganza de don Mendo (Pedro Muñoz Seca. 1918)
- Fuenteovejuna (Félix Lope de Vega. 1614)
Feliz día a todos «los teatreros».