Dada la situación en la que nos encontramos en plena tercera ola frente al Covid, que está repercutiendo en una cuantía muy importante de alumnos que se deben confinar, en la mayoría de los casos por ser contactos estrechos, se informa a la comunidad educativa de la necesidad de que se extremen más aún si cabe, las medidas frente al Covid por parte del alumnado y las familias.

Aunque por el momento no hayamos tenido ningún brote ni contagio en el centro, si hay un aspecto en el que debemos mejorar para que, en el caso de que tengamos algún alumno que diera positivo habiendo venido al centro, no pueda infectar o en otro caso arrastre a varios compañeros como contactos estrechos. 

Hablamos de los tiempos de recreo o de cambio de clase en los que los alumnos no están tan supervisados y controlados como dentro de las aulas.

Es por ello por el que se pide concienciación a todos, y que los alumnos interactúen entre sí tomando las medidas oportunas en estos tiempos.

Un alumno no podrá formar grupo de más de cuatro personas con él incluido en un mismo momento durante estos tiempos, debiéndose de tomar en todo momento todas las medidas oportunas para que no exista posibilidad de contagio y en caso de que alguno fuera positivo, el resto no se tuvieran que considerar contactos estrechos.

Dichas medidas son:

-Mantener 2 m de distancia de separación si están con la mascarilla medio bajada para poder desayunar

-No tener ningún tipo de contacto físico con otros compañeros.

Hasta el momento los profesores de guardia han hecho más labores de educación y concienciación salvo en situaciones muy flagrantes, pero a partir del jueves 28 de enero se empezará a sancionar a todo aquel que incumpla estas medidas dada la gravedad de la situación en la que nos encontramos.

Llegado el caso de que un alumno reincida en este tipo de conductas podría llegar a ser sancionado con una amonestación muy grave e incluso una expulsión de centro.

Se adoptan estas medidas con el objetivo de que los alumnos no estén más expuestos, lo que les puede perjudicar a ellos mismos y a sus familias, y de que se reduzcan durante la jornada escolar la posibilidad de ser contacto estrecho, con el inconveniente que supone esa situación de confinamiento para la familia y el alumno.