La era de los imperalismos: imperialismo y colonialismo

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La era de los imperialismos:

Imperialismo y colonialismo

Sara Sweetness.

Imagen de Juanmi, licencia Creative Commons.

"-Soy Lady Manning, y el linaje de mi familia se remonta a los conquistadores normandos, dijo la joven dama.

-El de mi familia, respondió Mr. Skat, llega hasta la tribu dogon de África. Mis ancestros comerciaban con brillantes cuando los tuyos embadurnaban las paredes de la cueva familiar con renos. Creo que el mundo es mucho más viejo y mucho más extraño de lo que puede imaginar una inglesa pretenciosa y arrogante.

Y continuó:- ¿En qué crees, niña?

- Creo en el mundo moderno, Mr. Skat. En el automóvil, en el Charleston y en el Martini seco. Creo que nada de lo que conocemos volverá a ser igual."

 

(Recreación libre de unas viñetas del cómic Los Invisibles: Contando hacia la nada)

El imperialismo.

Caricatura de Cecil Rhodes en Wikipedia. Dominio Público.

Tenía razón Lady Manning. Después de que el automóvil, el Charlestón y el Martini seco corrieran por las calles, el mundo no volvió a ser igual. La revolución industrial había cambiado Europa, y ésta pretendía extender su civilización por todo el planeta, ansiosa de nuevas materias primas para sus máquinas.

El imperialismo del siglo XIX fue una consecuencia lógica del desarrollo de la revolución industrial. Por un lado, el crecimiento de la industria y la nueva economía capitalista necesitaban territorios, mercados, materias primas... Por otro lado, los avances tecnológicos permitían ahora que la exploración de África y la penetración en Asia pudieran desarrollarse de un modo menos complicado que antaño. Con los avances que la revolución industrial puso al servicio de las potencias europeas, el hombre blanco se sentía superior al resto de la humanidad y con derecho a dominarla.