4. Los géneros literarios

Actividad
Leer nos enriquece la vida. Con el libro volamos a otras épocas y a otros paisajes; aprendemos el mundo, vivimos la pasión o la melancolía. La palabra fomenta nuestra imaginación: leyendo inventamos lo que no vemos, nos hacemos creadores.
Ahora nos gritan que vale más la imagen y con la televisión- la primera escuela- se inculca a los niños, antes de que hablen, los dos desafueros del sistema: la violencia y el consumo.
Con esas cadenas el poder político y el conómico nos educan para ciudadanos pasivos, sin imaginación porque siempre es peligrosa para los poderes establecidos. Y ante esas imágenes carecemos de voz: no tenemos medios para televisar contrariamente mensajes de tolerancia y sensatez (quizás ahora, con Internet...).
Hace cinco siglos la imprenta nos libró de la ignorancia llevando a todos el saber y las ideas. El alfabeto fomentó el pensamiento libre y la imaginación: por eso ahora nos quieren analfabetos. Frente a las imágenes impuestas necesitamos más que nunca el ejercicio de la palabra, siempre a nuestro alcance. El libro, que enseña y conmueve, es además ahora el mensajero de nuestra voz y la defensa para pensar con libertad.
¿A que tiene razón José Luis Sampedro? Casi podemos decir que las personas somos aquello que podemos expresar con palabras. La literatura que "nos hace volar a otras épocas y a otros paisajes" es precisamente el arte de la palabra.
Imagen de Carlos Luna en Flickr bajo licencia de CC

Actividad
Esta Sofía era una niña de doce o trece años, a quien en los largos primeros meses de mi enfermedad contemplaba abstraída ante un atlas geográfico tras los cristales encendidos de su ventana. Desde la mía, sólo un piso más alta, veía cómo su dedo viajaba lentamente por los mares azules, los cabos, las bahías, las tierras firmes de los mapas, presos entre las finas redes de los meridianos y paralelos. También Sofía bordaba flores e iniciales sobre aéreas batistas o rudos cañamazos, labor de colegiala que cumplía con la misma concentrada atención que sus viajes. Ella fue mi callado consuelo durante muchos atardeceres. Casi nunca me miraba, y, si alguna vez se atrevía, lo hacía de raro modo, desde la inmovilidad de su perfil, sin apenas descomponerlo. Esta pura y primitiva imagen, de Sofía a la ventana, me acompañó por largo tiempo, llegando a penetrar hasta en canciones de mi Marinero en tierra [...]. Desde entonces, aunque seguí viviendo hasta 1930 en la misma casa, Sofía se borró del todo, muriéndoseme verdaderamente, terminando por ser tan sólo un bello nombre enredado en los hilos de mis poemas.
RAFAEL ALBERTI, La arboleda perdida
La niña rosa, sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
abierto, un atlas.
¡Cómo la miraba yo
viajar, desde mi balcón!
Su dedo -blanco velero-
desde las islas Canarias
iba a morir en el mar Negro.
¡Cómo la miraba yo
morir, desde mi balcón!
La niña, rosa sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
cerrado, un atlas.
Por el mar de la tarde
van las nubes llorando
rojas islas de sangre.

Caso de estudio
Profesor de filosofía: ¡Muy bien!
Jourdain: Sí, resultará galante.
Profesor de filosofía: Sin duda. ¿Son versos lo que queréis escribir?
Jourdain: No, no; nada de versos.
Profesor de filosofía: ¿Prosa tan solo?
Jourdain: No; no quiero ni verso ni prosa.
Profesor de filosofía: Ha de ser necesariamente una cosa u otra.
Jourdain: ¿Por qué?
Profesor de filosofía: Por la razón, señor, de que, para expresarse, no hay más que la prosa o los versos.
Jourdain: ¿No hay más que la prosa o los versos?
Profesor de filosofía: No, señor. Todo lo que no es prosa es verso, y todo lo que no es verso es prosa.
Jourdain: Y, como uno habla, ¿qué es ello?
Profesor de filosofía: Prosa.
Jourdain: ¡Cómo! Cuando digo "Nicolasa, traedme mis pantuflas y dadme mi gorra de dormir", ¿esto es prosa?
Profesor de filosofía: Sí, señor.
Jourdain: A fe mía, hace más de cuarenta años que hablo en prosa, sin saberlo. Os quedo muy agradecido por habérmelo enseñado.
- Género lírico.
- Género narrativo.
- Género dramático.
Tras esta primera actividad podemos llegar a la conclusión de que existen distintos tipos de textos que se pueden agrupar en géneros literarios. Los tres géneros más habituales son: la lírica, la narrativa y el teatro, a los que se le suele añadir el didáctico.
Veamos por ahora, sus características más importantes:


Actividad

Como hemos dicho, debes saber que existe un cuarto género, conocido como género didáctico o ensayístico, que se usa normalmente para expresar de forma clara y ordenada las ideas que tenemos sobre un tema.
Puedes aprender más sobre este género pinchando aquí.