Para aprender hazlo tú.

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La obesidad es una epidemia en el mundo occidental. Tanto las autoridades sanitarias como profesionales de la salud insisten en pautas para combatirla en torno a una dieta equilibrada y el ejercicio físico, y en la necesidad de prevenir el sobrepeso en los niños. Pero estas recomendaciones, que ya son difíciles de cumplir para muchas familias por el ritmo acelerado de vida actual y el bombardeo de publicidad de la industria alimentaria, se complican aún más cuando uno o los dos padres tienen sobrepeso u obesidad. ¿Cómo afecta el peso excesivo de los progenitores en sus hijos? ¿Cuáles son las pautas a seguir para combatir este problema?

Tanto si los kilos extra en la familia ya son un hecho como si pretendemos evitarlos, los expertos señalan que cualquier momento es bueno para hacer cambios en los hábitos alimentarios. Algunos parecen más complicados, como retirar toda la bollería de los armarios. Toda. Sin concesiones. Ni siquiera la repostería casera se salva de una obvia cantidad de azúcar, perfecta para celebraciones especiales, pero poco aconsejable para el desayuno diario. Tampoco deberían entrar en casa los productos procesados, por mucho que la industria alimentaria y determinados lobbys aseguren que son sanos. Esto incluye los cereales industriales y lácteos azucarados, bebidas azucaradas y zumos (sean industriales o naturales) por la alta cantidad de azúcares libres, que según los pediatras y nutricionistas deberían ser excluidos o muy limitados en el día a día de los niños. En su lugar proponen desayunos objetivamente saludables: cereales integrales, huevos revueltos o pasados por agua, pan integral con tomate, guacamole o humus, sugerentes cuencos de mango, papaya, pera, manzana o cualquier otra fruta de temporada y de proximidad, frutos secos sin sal ni azúcar o yogur con avena y trozos de plátano y fresas. Es decir, una dieta saludable no tiene por qué estar reñida con el sabor y la variedad.

EL PAÍS

Beatriz Portinari 9 enero 2017

Caso práctico

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Ahí / hay / Ay

1.- está el libro que me prestaste.

2.- Ya no nada más que pueda hacer por ti.

3.- vienen tus amigos del alma.

4.- ¡ , madre mía, cuándo acabará esto!

5.- , encima del mueble una carta que ha venido para ti.

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Lea el párrafo que aparece abajo y complete las palabras que faltan.

El de la lavadora se roto.(tuvo/tubo; a/ha)

Luis su oportunidad, pero la perdido.(tuvo/tubo; a/ha)

No le gusta que la comida esté con pan . (hecha/echa; rallado/rayado)

Esos caballos comen (hierba/hierva)

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