Otras culturas nos enriquecen. Literatura en los siglos XVIII y XIX
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ESPAD Nivel II |
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Ámbito de Comunicación Lengua |
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Otras culturas nos enriquecenLa literatura en los siglos XVIII y XIX
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Literatura en los siglos XVIII y XIX
Leer nos enriquece la vida. Con el libro volamos a otras épocas y a otros paisajes; aprendemos el mundo, vivimos la pasión o la melancolía. La palabra fomenta nuestra imaginación: leyendo inventamos lo que no vemos, nos hacemos creadores.
Ahora nos gritan que vale más la imagen y con la televisión- la primera escuela- se inculca a los niños, antes de que hablen, los dos desafueros del sistema: la violencia y el consumo.
Con esas cadenas el poder político y el conómico nos educan para ciudadanos pasivos, sin imaginación porque siempre es peligrosa para los poderes establecidos. Y ante esas imágenes carecemos de voz: no tenemos medios para televisar contrariamente mensajes de tolerancia y sensatez (quizás ahora, con Internet...).
Hace cinco siglos la imprenta nos libró de la ignorancia llevando a todos el saber y las ideas. El alfabeto fomentó el pensamiento libre y la imaginación: por eso ahora nos quieren analfabetos. Frente a las imágenes impuestas necesitamos más que nunca el ejercicio de la palabra, siempre a nuestro alcance. El libro, que enseña y conmueve, es además ahora el mensajero de nuestra voz y la defensa para pensar con libertad.
¿A que tiene razón José Luis Sampedro? Casi podemos decir que las personas somos aquello que podemos expresar con palabras. La literatura que "nos hace volar a otras épocas y a otros paisajes" es precisamente el arte de la palabra.
Imagen de Carlos Luna en Flickr bajo licencia de CC