2. Si huele así de bien.... ¿cómo sabrá?
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Imagen en flickr de Andy Ciodia. Licencia cc |
Es lo que pensaría cualquiera (o casi cualquiera) al estar sentado a la mesa y oler una paella como la que María ha cocinado para su familia.
Igual que los demás sentidos, el olfato y el gusto nos permiten relacionarnos con nuestro entorno, obtener información sobre él. Pero el caso de estos sentidos es algo especial, porque la información que nos proporciona suele estar relacionada con la comida, uno de los grandes placeres de la vida para los humanos.
Vamos a ver cómo olemos y saboreamos los alimentos…

Para saber más
Curiosidades
- El sentido del olfato mejora cuando se inhala con fuerza debido a que más sustancias llegan a los receptores de la nariz.
- La lengua humana mide unos 10 cm de longitud
- El cerebro puede habituarse a los olores, incluso a los más horribles. Simplemente desconecta y cesan de percibirse.
- Nuestro olfato se hace más débil a medida que envejecemos.
- Los hombres pueden producir sonidos más graves debido a que su laringe es más grande.
- Las papilas gustativas funcionan solo cuando la saliva disuelve las sustancias del alimento y pasa sobre las ellas.
- Los bebés nacen con papilas gustativas por toda la boca. Desaparecen gradualmente, quedando reducidas únicamente a la lengua.
- Los humanos pueden distinguir entre 2000 y 4000 olores distintos, pudiendo llegarse hasta los 10.000 olores.
- Las aves carecen de olfato.
- Los insectos tienen el olfato en las antenas (la polilla detecta olores a 60 km de distancia).